miprimita.com

Bocetos

en Autosatisfacción

BOCETOS

Los últimos peldaños, crujen bajo las zancadas, atolondradas , de los dos adolescentes. Antes de abrir la puerta, abrazan nerviosamente, sobre sus pechos, los patines que se descalzaron hace unos instantes. Sus carcajadas han quedado atragantadas , cuajadas en sonrisas que no quieren traslucir el temor. Con un ligero empujón, la puerta chirría sobre sus goznes, abriéndose de par en par.

Una luz intensa , un calor sofocante, les recuerda que, una buhardilla, no es el sitio más idóneo para pasar una tarde de verano; pero han dado su palabra a la Extranjera, y , además, la pandilla los espera junto al río, para que cuenten su "experiencia" con la "Locatis", la mujer más extravagante del pequeño pueblo.

Con su extraño acento, la mujer madura les indica que pasen, que se pongan frente a ella. El chico, sin poder evitarlo, hunde sus ojos en los espléndidos senos que transparenta la larga camisola blanca. Traga saliva, sin despegar la mirada del cuerpo semidesnudo, intuyendo las curvas apenas cubiertas. La chica, menos atrevida, admira los enormes ojos de la artista, de un color muy extraño, tanto que, ella, no sabría definir.

La mujer, muy suavemente, les recuerda el trato que han hecho, y el importe con el que serán remunerados en caso de que interese a ambas partes. Asienten los dos. Las palabras de la mujer , al sonar en la buhardilla, parece que han roto un hechizo y, los dos adolescentes, ya no se sienten tan envarados. Solicitan, y obtienen, permiso para curiosear. La Extranjera , con un gesto de la mano, se los concede; pero, advierte que, mientras tanto, deben ir desnudándose.

Los muchachos trastean por el polvoriento recinto, toqueteándolo todo, paladeando – a su antojo – lo que se ofrece ante sus ojos. Lo que menos les importa, es ir mostrando sus cuerpos a la mujer. Ambos pertenecen a un campamento nudista y, la desnudez, no es problema para ninguno de los dos.

Pronto, ambos adolescentes, son atraidos por un gran palomar que ocupa el fondo de la buhardilla. Arrojan sus ropas en un rincón y , con ojos muy abiertos, contemplan las palomas y pichones, cucurruqueándose sus amores.

La pintora, mientras tanto, prepara una gran hoja de papel blanca. De cuando en cuando, atisba los cuerpos adolescentes, con la premonición de que algo ocurrirá muy pronto.

Sin levantarse de su sillón de inválida, la mujer les da instrucciones para que completen su indumentaria. De un viejo armario, sacan unas largas alas, que deben colocarse – uno a otro- con un ligero armazón, casi invisible. Ciñendo sus frentes, unas estrechas cintas. Casi sin mirarles, les indica donde deben colocarse – uno frente a otro – con un telón de fondo imitando unas nubes algodonosas.

Armada de una larga pértiga, la Pintora cierra las hojas de un ventanuco, para que la luz se refleje en los cuerpos de los muchachos, dejando el resto en semipenumbra. Se cala unas gafas y , entonces, mira por primera vez el cuadro compuesto por sus modelos…

Y una garra de fuego prende en su entrepierna. Y un sofoco imprevisto nubla sus ojos.

Los dos adolescentes han desaparecido. En su lugar, casi etéreos, dos ángeles se miran cara a cara. La muchacha, ruborosa, apenas sostiene la mirada del varoncito. Con una mano , casi temblorosa, intenta cubrir un seno, dejando el otro a la vista, como una pequeña paloma, como un pichón acurrucado contra su pecho. Su otra mano, tapa su divino pubis adolescente, mientras, a su espalda, las albas y largas plumas de las alas vibran con cada latido de su corazón.

El chaval, admirado, alucinado por la visión de su amiga, imita su gesto de cubrirse un pezón, mientras su otra mano, a duras penas, puede ocultar la salvaje erección de su miembro viril. Por más que intenta tapar, más deja al descubierto. Ora un testículo, redondo y suave. Ora un trozo de verga que no quiere ocultarse a las miradas ajenas… Avergonzado, casi pidiendo auxilio, levanta la mirada hacia la Pintora, sabiendo que "eso" no era lo solicitado por la artista.

Y prende su mirada en los ojos extraviados de la mujer. En sus labios , que se muerden uno al otro. Y en su mano, embadurnada de óleos, de aceites, de pringues de colores, desparramándose sobre sus bamboleantes pechos desnudos, embadurnando su cuerpo de arriba abajo . Y, el muchacho, el ángel, se siente inmerso en la tentación de la carne . Mira la mano engarfiada de la mujer, rotando sobre su clítoris, dejando regueros de pintura sobre sus labios vaginales. Escarbando en su interior de hembra inflamada.

Y la mano del muchacho imita las caricias. Un hilo de saliva pende, unos instantes, desde su boca hasta su glande. La caricia lo recorre como un relámpago, levantando chispas por su columna, hasta estallar en sus ojos.

La muchachita, envuelta en la tormenta de deseos, ensaliva sus dedos antes de adorar su propio sexo. Su mirada torna y gira, de la bacante , goteante de sudor, pintura y flujos, al angelical efebo – casi una réplica suya – transmutado en autocomplaciente Príapo. El, Narciso irredento, contempla su propia imagen en los dilatados ojos de la niñita, y, así como él aprieta, agita y – casi besa – su durísima verga, ella pellizca sus rosados pezones, visita una y mil veces los interiores misteriosos de su vagina y hace manar las fuentes cristalinas de su orgasmo, salpicando de virginal flujo la maravilla ardiente de su entrepierna.

Las blanquísimas alas de ambos, se mecen al compás de sus movimientos masturbatorios. Las palomas, en silencio, observan a tan extraños congéneres, quedando, de repente, deslumbradas por una luz relampagueante.

Un aterrador trueno resquebraja el silencio. Los huéspedes del palomar, despavoridos, levantan el vuelo, aleteando furiosamente en su corto recorrido. Unas ínfimas plumillas nievan en la buhardilla, juntándose con el polvo dorado de carcoma, que cae de las añosas vigas.

Los ángeles miran – miedosos- al exterior oscuro, arrepentidos de su pecado. La Artista , desmadejada sobre su sillón de inválida, agoniza entre estertores. En su mano, chorreante de pintura y otros mejunjes , arruga el boceto, que no llegó a comenzar.

Carletto

Mas de Carletto

El Gaiterillo

Gioconda

Crónicas desesperadas.- Tres colillas de cigarro

Pum, pum, pum

La virgen

Tras los visillos

Nicolasa

Gitanillas

Madame Zelle (09: Pupila de la Aurora - Final)

Madame Zelle (08: La Furia de los Dioses)

Bananas

Madame Zelle (07: El licor de la vida)

Madame Zelle (06: Adios a la Concubina)

Madame Zelle (05: La Fuente de Jade)

Tres cuentos crueles

Madame Zelle (04: El Largo Viaje)

Madame Zelle (03: Bajo los cerezos en flor)

Madame Zelle (02: El Burdel Flotante)

Madame Zelle (01: La aldea de yunnan)

La Piedad

Don Juan, Don Juan...

Mirándote

Aventuras de Macarena

Cositas... y cosotas

La turista

La Casa de la Seda

La Despedida

La Sed

Cloe en menfis

Gatos de callejón

Carne de Puerto

Obsesión

Cables Cruzados

Tomatina

Quizá...

Regina

Hombre maduro, busca ...

¡No me hagas callar !

Cloe la Egipcia

Se rompió el cántaro

La gula

Ojos negros

La finca idílica (recopilación del autor)

Misterioso asesinato en Chueca (10 - Final)

Misterioso asesinato en Chueca (09)

Misterioso asesinato en Chueca (8)

Misterioso asesinato en Chueca (7)

Misterioso asesinato en Chueca (6)

Misterioso asesinato en Chueca (3)

Misterioso asesinato en Chueca (4)

Misterioso asesinato en Chueca (2)

Misterioso asesinato en Chueca (1)

Diente por Diente

Mi pequeña Lily

Doña Rosita sigue entera

Tus pelotas

Escalando las alturas

El Cantar de la Afrenta de Corpes

Dos

Mente prodigiosa

Historias de una aldea (7: Capítulo Final)

Profumo di Donna

Historias de una aldea (6)

Los Cortos de Carletto: ¡Hambre!

Historias de una aldea (5)

Historias de una aldea (3)

Un buen fín de semana

Historias de una aldea (2)

Historias de una aldea (1)

¡ Vivan L@s Novi@s !

Bocas

Machos

No es lo mismo ...

Moderneces

Rosa, Verde y Amarillo

La Tía

Iniciación

Pegado a tí

Los Cortos de Carletto: Principios Inamovibles

Reflejos

La Víctima

Goloso

Los cortos de Carletto: Anticonceptivos Vaticanos

Memorias de una putilla arrastrada (Final)

Memorias de una putilla arrastrada (10)

Dos rombos

Ahora

Cloe (12: La venganza - 4) Final

Café, té y polvorones

Cloe (10: La venganza - 2)

Los Cortos de Carletto: Amiga

Los Cortos de Carletto: Tus Tetas

Cloe (11: La venganza - 3)

Memorias de una putilla arrastrada (9)

Los Cortos de Carletto: Carta desde mi cama.

Memorias de una putilla arrastrada (8)

Memorias de una putilla arrastrada (7)

Cloe (9: La venganza - 1)

Los Cortos de Carletto: Confesión

Memorias de una putilla arrastrada (4)

Memorias de una putilla arrastrada (5)

Memorias de una putilla arrastrada (6)

Memorias de una putilla arrastrada (1)

Memorias de una putilla arrastrada (2)

Memorias de una putilla arrastrada (3)

Los Cortos de Carletto: Blanco Satén

Frígida

Los Cortos de Carletto: Loca

Niña buena, pero buena, buena de verdad

Ocultas

Niña Buena

Los Cortos de Carletto: Roces

Moteros

Los Cortos de Carletto: Sospecha

Entre naranjos

La Finca Idílica (13: Noche de San Silvestre)

Los Cortos de Carletto: Sabores

Los Cortos de Carletto: Amantes

Los Cortos de Carletto: Globos

Los Cortos de Carletto: El Sesenta y nueve

La Mansión de Sodoma (2: Balanceos y otros Meneos)

Ejercicio 2 - Las apariencias engañan: Juan &In;és

Los Cortos de Carletto: Extraños en un tren

Los Cortos de Carletto: Sí, quiero

Los Cortos de Carletto: Falos

Caperucita moja

Los Cortos de Carletto: El caco silencioso

Cien Relatos en busca de Lector

La Mansión de Sodoma (1: Bestias, gerontes y...)

Cloe (8: Los Trabajos de Cloe)

La Finca Idílica (12: Sorpresa, Sorpresa)

Mascaras

Los Cortos de Carletto: Siluetas

Cloe (7: Las Gemelas de Menfis) (2)

Los Cortos de Carletto : Maternidad dudosa

Cloe (6: Las Gemelas de Menfis) (1)

La Finca Idílica (11: Love Story)

La Sirena

Los Cortos de Carletto: Acoso

Los Cortos de Carletto: Niño Raro

Los Cortos de Carletto: Luna de Pasión

La Finca Idílica (10: La mujer perfecta)

La Finca Idílica (9: Pajas)

Los Cortos de Carletto: Ven aquí, mi amor

Los Cortos de Carletto: Muñequita Negra

Los Cortos de Carletto: Hija de Puta

La Finca Idílica (8: Carmen, la Cortesana)

La Finca Idílica (6: Clop, Clop, Clop)

La Finca Idílica (7: Senos y Cosenos)

La Finca Idílica (5: Quesos y Besos)

La Finca Idílica (4: La Odalisca Desdentada)

La Finca Idílica: (3: Misi, misi, misi)

La Finca Idílica (2: El cuñado virginal)

Cloe (5: La Dueña del Lupanar)

Los Cortos de Carletto: Sóplame, mi amor

La Finca Idílica (1: Las Amigas)

Los Cortos de Carletto: Gemidos

Los Cortos de Carletto: La Insistencia

El hetero incorruptible o El perro del Hortelano

Morbo (3: Otoño I)

Los Cortos de Carletto: Disciplina fallida

Los Cortos de Carletto: Diagnóstico Precoz

Los Cortos de Carletto: Amantes en Jerusalem

Los Cortos de Carletto: Genética

Morbo (2: Verano)

Los Cortos de Carletto: La flema inglesa

Morbo (1: Primavera)

Los Cortos de Carletto: Cuarentena

Los Cortos de Carletto: Paquita

Los Cortos de Carletto: El Cuadro

Don de Lenguas

Los cortos de Carletto: El extraño pájaro

Los cortos de Carletto: El baile

Locura (9 - Capítulo Final)

La Vergüenza

Locura (8)

Locura (7)

Locura (5)

El ascensor

Locura (6)

Vegetales

Costras

Locura (4)

Locura (3)

Locura (2)

Negocios

Locura (1)

Sensualidad

Bromuro

Adúltera

Segadores

Madre

Cunnilingus

La Promesa

Cloe (4: La bacanal romana)

Sexo barato

Nadie

Bus-Stop

Mis Recuerdos (3)

Ritos de Iniciación

La amazona

Mis Recuerdos (2)

Caricias

La petición de mano

Mis Recuerdos (1)

Diario de un semental

Carmencita de Viaje

Solterona

Macarena (4: Noche de Mayo)

El secreto de Carmencita

La Pícara Carmencita

La Puta

Macarena (3: El tributo de los donceles)

Costumbres Ancestrales

Cloe (3: El eunuco del Harén)

Macarena (2: Derecho de Pernada)

Cloe (2: La Prostituta Sagrada)

La Muñeca

Soledad

Cloe (1: Danzarina de Isis)

El Balneario

Escrúpulos

Macarena

La tomatina

Dialogo entre lesbos y priapo

Novici@ (2)

Catador de almejas

Antagonistas

Fiestas de Verano

Huerto bien regado

El chaval del armario: Sorpresa, sorpresa

Guardando el luto

Transformación

El tanga negro

Diario de una ninfómana

Descubriendo a papá

La visita (4)

La visita (2)

La visita (1)