LOCURA ( 5 )
La Rusa mordisqueaba con los labios el enorme pene de un muchacho senegalés, colega suyo de la Comisaría de Policía. El chico lanzaba aleluyas en su lengua materna, mientras saboreaba los pezones de plástico de la travestí B. Piñón, íntima amiga de la rubia policía. Piñón, en un descuido del mozalbete, le endilgó hasta las anginas su disimulado aunque bien provisto secreto carnal. El moreno tosió medio asfixiado ; pero pronto sus carnosos labios se acostumbraron a tan inusual comestible. Entonó el travestí una coplilla de la Piquer y , con los ojos llenos de lágrimas y el cipote en ascuas, corrió a la parte trasera de su íntima moscovita, ocupando su agujero posterior sin cesar de cantar Ojos Verdes. La Rusa, sacó la lengua un palmo al notar su esfínter horadado. Con la puntita llegó hasta la parte baja de los testículos del oscuro muchacho, mientras el chico enfundaba su morcilla en la ensalivada boca de la sargento.
Pedrito, el senegalés, había escarbado en archivos y bibliotecas, en fes de bautismo y actas de nacimiento, en iglesias y en juzgados, en hospitales y asilos para huérfanos. De todo ello , y con la preciosa colaboración del Marqués de Valenzuela, habían llegado a una conclusión. Conclusión que iban a comunicar al Inspector Ramirez, en cuanto hubiesen acabado lo que llevaban entre manos, entre vaginas, entre anos
El Inspector Ramirez lanza una furtiva mirada a la entrepierna de su subordinado, Pedrito Ngombo. Un joven que promete mucho. Aunque , de momento, a él no le ha dado nada. Están los tres en su despacho : la Rusa, Pedrito y él. Las conclusiones de la frenética investigación parecen arrojar una tímida luz al asunto.
"Don Justo Requejo, Canónigo de la Catedral de León, ( comienza a hablar Pedrito )tuvo en su juventud un desliz con una sirvienta de su casa. Una tal Dorita, doncella de su madre. Más apetitosa que un confite. Más dulce que la miel. Más puta que las gallinas ( según la madre de él ). Justo tenía 18 años. Ella 17. Se escaparon de casa, ante la brutal negativa de doña Rosaura a bendecir su amor. La aristócrata, sintió tal rabia contra su hijo, que lo desheredó y lo quitó de su memoria para siempre. Dorita, quedó embarazada prontísimo, dando a luz gemelos. Ella murió en el parto. Justo quedó anonadado, deprimido, hecho polvo. Su madre madre al fín mandó un sicario para que le arrebatase los niños y los diese en adopción, cosa que ocurrió en un tiempo récord, pues los bebés eran un encanto. Los adoptaron dos familias distintas, acomodadas, muy católicas. ( Se les está siguiendo el rastro dijo Pedrito , encantado por la expectación que despertaban sus palabras y, muy pronto, sabremos de ellos ). "
Entusiasmado, el Inspector Ramirez palmea la espalda de su subordinado, aprovechando para darle unas palmaditas donde la espalda pierde su casto nombre. El chaval, dándose ya por ascendido, acepta las insinuadas caricias. Al ver que su jefe ambiciona su bragueta, le para la mano , de momento, siguiendo su perorata :
" El otro hilo de investigación ha sido la primera hija de la Condesa de Cabra, la zoofílica Marga. Parece que , a muy temprana edad, tuvo un desliz ( parece que era una familia muy deslizante ) con un desconocido. Ocurrió durante un verano en que la Condesa se sintió magnánima y la invitó a su residencia por unos dias. Después del escándalo, la echó a cajas destempladas . Más tarde se supo que estaba embarazada, y que dio a luz gemelos. Los niños desaparecieron. No se sabe si adoptados por alguien ( como en el caso de sus primos ). Solo que su madre no quiso saber nada de ellos. O que no la dejaron. En resumidas cuentas : Marga se encerró definitivamente en su amor a los perros, y no se supo nada de ella hasta su asesinato, veinte años después . O sea : ahora. "
Terminada la exposición, el senegalés queda muy ufano, esperando los aplausos que no llegan. El Inspector Medita. La Rusa piensa en su lejana familiar Marga, en su miserable vida y en su horrorosa muerte.
El Inspector parece haber sido iluminado. Corre hacia una gran pizarra que hay en el despacho, y comienza a garabatear nombres y descripciones. Sin estar muy seguro de si reir o llorar, se vuelve con la tiza en la mano, mostrando lo que ha escrito :
1er. Cadáver : Putilla desconocida. .- Sólo sabemos, que no sabemos nada de ella.
2º. Cadáver : Dany , gigoló y chapero.- Conocido por mí, incluso en el sentido bíblico. Me contó durante un orgasmo que él era adoptado, y que huyó de casa porque su padre adoptivo lo sodomizaba en cuanto su mamá se daba la vuelta. Nota : Estamos a la espera de una investigación sobre su familia adoptiva.
3er. Cadáver : Don Justo Requejo, Canónigo.- Hijo de la Condesa de Cabra. Amante de una tal Dorita ( fallecida hace muchos años ). Padre de dos gemelos de los que no se sabe nada, excepto que fueron adoptados por familias acomodadas y distintas. Nota : A la espera de seguirles la pista.
4º. Cadáver : Doña Marga Yukov .- Hija ilegítima de la Condesa de Cabra y de Vladimir Yukov ( abuelo de la sargento Catalina ). Tuvo un desliz con alguien desconocido, fruto de lo cual dio a luz gemelos. Nota : Hay que seguir la pista de su amante desconocido y de sus hijos gemelos.
5º. Cadáver : Doña Rosaura, Condesa de Cabra.- Hermana gemela del Marqués de Valenzuela. Antigüa amante de Vladimir Yukov. Madre de Marga Yukov, de su Ilustrísima D.Adolfo Requejo y de D. Justo Requejo, Canónigo de León. Abuela de un par de gemelos por parte de su hija Marga y de otro par de gemelos por parte de su hijo Justo.
6º. Cadáver : -Don Vladimir Yukov. Asesinado hace muchos años ; pero con un "modus operandi" idéntico a los asesinatos actuales. Amor imposible del Marqués de Valenzuela. Amor posible y fructífero de su hermana doña Rosaura. Padre de doña Marga. Y, abuelo de la aquí presente Srta. Yukov.
( Suena el teléfono. Interrumpe su disertación. Asiente. Cuelga y se dirige a la pizarra. Garabatea algo y se vuelve a su público ) :
7º. Cadáver : Don Daniel de la Osa y Puentecastro. Diputado en Cortes. Acabamos de saber que era el padre adoptivo del chaperillo Dany, mi Dany. El era el hijo de puta que sodomizaba al chiquillo en cuanto su señora esposa miraba hacia otro lado.